Lo que comes influye en tu función cerebral y estados de ánimo
- Psicóloga Bere Alcalá
- 29 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 mar 2022
La principal energía que necesita el cerebro para funcionar es la glucosa que proviene de comer alimentos ricos en carbohidratos, como cereales, legumbres, frutas y vegetales, así como productos lácteos. Pero, además, necesita otros nutrientes esenciales: vitaminas, minerales, ácidos grasos, proteínas etc.
Un exceso o un defecto del nutriente necesario puede afectar al sistema nervioso. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de algunos de los nutrientes, que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso depresión.
¿La dieta afecta mi función cerebral?
Sabemos que la nutrición es importante, pero aún lo es más para la función cerebral. Nuestro cerebro, como cualquier parte de nuestro cuerpo, necesita alimentarse. En función de los nutrientes que reciba, su actividad será diferente.
La composición de cada comida tiene un efecto directo en la producción de las señales químicas del cerebro. Estas sustancias, responsables de la transmisión de información a lo largo del sistema nervioso, son los llamados neurotransmisores, y pueden modularse en parte por nuestra alimentación. Por medio de ella podríamos influir sobre nuestro humor y comportamiento, ayudar a aliviar la depresión, la ansiedad, la neurosis y los trastornos del sueño.
Cada uno de los neurotransmisores existentes —existen unos 50 diferentes— tiene una misión específica. Para formarlos, se requieren determinados nutrientes que proporcionan los diferentes alimentos. Por ejemplo, los lácteos (quesos, leche), huevos, pescados, carnes, legumbres, frutos secos y frutas (plátano, piña, aguacate) aportan una sustancia denominada triptófano, imprescindible para sintetizar un neurotransmisor denominado serotonina, que está relacionada con las emociones, la depresión, el control de la temperatura, del hambre y del sueño. Así, un déficit de serotonina implica un fallo en los circuitos que requieren esta sustancia.
¿Qué conseguirás comiendo correctamente?
- Mejorará tu estado de ánimo,
- Pensaras más rápido
- Mayor capacidad para tu memoria
- Aumento en tu concentración
Éstos son sólo unos cuantos ejemplos de lo que los alimentos pueden hacer por nuestro cerebro. Cuando pensemos en alimentación, no debemos pensar sólo en enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad, sino también en el órgano más importante, el cerebro.
¿Qué comer y en qué momento?
- Hay que intentar comer más alimentos ricos en carbohidratos con un poco de proteína por la noche; ayudarán a relajarse y a dormir mejor.
- Deben consumirse ácidos grasos esenciales, ya sea en forma de pescado azul o de suplementos dietéticos.
- Es deseable incluir alimentos ricos en proteínas en la dieta. Las proteínas son esenciales para fabricar los neurotransmisores que son vitales para los procesos cerebrales. Se debe intentar que la comida del mediodía sea más rica en proteínas, para optimizar la mente y mantenerse más despierto por la tarde.
- Hay que comer alimentos ricos en vitaminas y minerales; poseen la llave para que muchas reacciones puedan llevarse a cabo.
- Beber 1,5 o 2 litros de agua al día ayuda a mantener el cerebro bien hidratado.
Para oxigenar el cerebro, son convenientes el ejercicio y las comidas ligeras y frecuentes
Recuerda que cada persona es única y necesita un tratamiento adecuado según sus características particulares, un tratamiento integral con tu psicólogo y nutriólogo te ayudarán a mejorar considerablemente tu calidad de vida.
Si existe algún trastorno el tratamiento integral: psiquiátrico, psicológico y nutricional son una excelente opción.

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